Pertenezco a una especie animal que tomó la posición erguida con el único propósito de reconocer en la lejanía al enemigo que se aproximaba.
Cuando las amenazas disminuyeron, el Homo erectus utilizó esta facultad para amenazar, a su vez, a otras especies.
Desaparecido todo vestigio de incertidumbre, los hombres apoyados sobre dos extremidades empezaron a exigir a sus congéneres una ligera inclinación de cabeza, de esta forma comenzó lo que los historiadores conocen como la neolitización.
El sapiens ya no se conforma con una reverencia más o menos profunda, según los casos, prefiere la horizontalidad de los cuerpos inertes en las fosas comunes, es más unánime.
La víctima se convirtió en tirano, el tirano en asesino.
Cuando las amenazas disminuyeron, el Homo erectus utilizó esta facultad para amenazar, a su vez, a otras especies.
Desaparecido todo vestigio de incertidumbre, los hombres apoyados sobre dos extremidades empezaron a exigir a sus congéneres una ligera inclinación de cabeza, de esta forma comenzó lo que los historiadores conocen como la neolitización.
El sapiens ya no se conforma con una reverencia más o menos profunda, según los casos, prefiere la horizontalidad de los cuerpos inertes en las fosas comunes, es más unánime.
La víctima se convirtió en tirano, el tirano en asesino.
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