BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







lunes, 9 de mayo de 2016

PLAYA DESIERTA

Al fin una playa desierta un julio por la tarde. No es nada fácil que desaparezca el irritante vendedor de helados, el molesto niño hiperactivo, la enorme sombrilla familiar. Se lo debo a una lluvia que deja el vapor del cielo y se incorpora a la salinidad del mar. El único que sobra aquí soy yo. Sería feliz describiendo este lugar sin necesidad de ocuparlo, estar en él y no ser alguien.
(De mi libro Oscura lucidez. Editorial Baile del Sol)