Duplicación: no eres nadie si no tienes una segunda residencia para los fines de semana y los periodos vacacionales, un par de gafas intercambiables con monturas de diferentes colores, un automóvil urbano además de otro adaptado a los recorridos más largos, una amante que escuche paciente tus desahogos domésticos y un hijo pequeño que entretenga al mayor. No eres nadie si no tienes por partida doble la misma insignificancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario