BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







domingo, 6 de abril de 2008

AMORES PERROS

Vimos el ojo tuerto del cíclope borracho,
y no sentimos lástima.
He vagado desnudo por los pantanos
helicoidales de la Vía Láctea,
y se me encharcaron
los pulmones de tristeza.
Comí lo que tu comiste
y lloré con las mismas películas.
Tuvimos suerte en ciertas ocasiones,
y la catástrofe quiso
hallarnos siempre juntos.
Cada vez que nos separamos,
pude ser la unidad esencial que convierte
en deseo culpable
el pebetero donde la inocencia desaparece
como un trozo de carne
al lado de un termitero;
por eso ya no insisto,
y dejo que me hagas el amor
con la docilidad con que un cadáver
se entrega a su forense.

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