BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







viernes, 14 de diciembre de 2007

ENSEÑANZAS ARTÍSTICAS

Entre los objetivos inaplazables y prioritarios del consistorio abulense durante la actual legislatura debiera estar la consolidación y ampliación de los estudios artísticos. El primer paso se dio al crear, no sin muchas vacilaciones al principio, la Escuela de Música. Hoy la realidad ha demostrado a los agoreros que existe un número creciente de alumnos interesados en ampliar sus estudios musicales, y eso que las condiciones en las que se imparten las clases no son las óptimas. Lejos de quedar satisfechos con este tímido inicio, tendríamos que aprovechar la expectativa creada para ofrecer otra de las bellas artes al conocimiento de nuestros conciudadanos, demostrando que la etiqueta de ciudad cultural que algunos se empeñan en popularizar es algo más que un eslogan publicitario.
El siguiente hito en esta carrera de obstáculos, ya estaba casi erigido, pues la Escuela de Artes Plásticas contaba, antes de que tomara posesión el nuevo equipo de gobierno, con el lugar donde impartir las clases y con los profesores especialistas en las mismas. Todo estaba preparado para que comenzara el curso en octubre, a falta de contratar al Director. El incumplimiento de los plazos sería un fruslería si se debiera a un reajuste técnico sin más consecuencias, pero lo que hay detrás, y que el Alcalde no cuenta, es un mar de fondo, ligeramente picado, que ha conseguido soliviantar a muchos artistas de la ciudad, y que ha tenido como consecuencia la renuncia del que estaba llamado a encabezar este proyecto según las previsiones originarias. Reconducir la situación y comenzar las enseñanzas sin Director es una auténtica chapuza, impropia de un Ayuntamiento serio y profesional. Urge aclarar las cosas y consensuar un modelo que satisfaga a todas las partes implicadas en el proceso educativo, evitando que ninguna camarilla se apropie de una iniciativa pública.
Suelo ir a menudo al nuevo auditorio Miguel Delibes de Valladolid, donde se está programando un interesante repertorio de música sinfónica y de cámara. Nunca he visto completo su aforo, y eso que se trata de una ciudad de trescientos cincuenta mil habitantes que ostenta la capitalidad de la Región. ¿Se imaginan ustedes lo que puede pasar en el auditorio de nuestro Palacio de Congresos y Exposiciones, cuando se inaugure, si antes no hacemos una buena labor formativa de base que contribuya a crear al menos un público cultural?
En otras ocasiones, cuando existe el público, el interés y la afición, como es el caso del teatro, lo que falla estrepitosamente es la sensibilidad artística de nuestros gobernantes, los cuales, hace unos años, durante el mandato de Agustín Díaz de Mera, crearon una Escuela teatral que murió, o la dejaron morir, antes de que diera sus primeros frutos.
A quien corresponda: Ponga en funcionamiento las Escuelas, con la debida calidad, por el bien de sus paisanos; y porque algún día, no muy lejano, quizá se encuentre en disposición de aprender alguna cosa de provecho.

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