En cuanto a los recursos naturales y espacios protegidos, la situación de Ávila presenta graves deficiencias especialmente en la prevención de inundaciones y grandes avenidas, los incendios forestales, la protección de los suelos, la reducción de los procesos erosivos y la existencia de instrumentos de planificación de los espacios naturales protegidos que eviten los impactos negativos de la proliferación incontrolada de actividades de ocio y turismo.
Como se puede ver en el sistema de dominación urbana, Ávila es la única provincia que se queda fuera de los ejes de vertebración del conjunto territorial de la Comunidad, presentando el nodo secundario de Ávila múltiples estrangulamientos y debilidades que no están resueltos adecuadamente; pues asuntos como la mejora urbana, la alta accesibilidad, la rehabilitación de los centros históricos, el fortalecimiento de las actividades productivas siguen pendientes en muchos casos de medidas correctoras.
El desarrollo de nuevos espacios de actividad económica (suelo industrial y terciario) presenta graves contradicciones entre los objetivos previstos para nuestra provincia y las escasas planificaciones llevadas a cabo. El resultado es que la mayor parte de las áreas carecen de propuestas concretas de diseño, localización, tipología, servicios y dotaciones de los espacios industriales con objeto de adaptarlos a las necesidades de las empresas demandantes, y aumentar el atractivo y la competitividad de la provincia para el emplazamiento de establecimientos industriales.
La Provincia de Ávila necesita establecer una red estructurante que optimice las comunicaciones entre los distintos nodos del sistema urbano interno, facilitando las relaciones entre ellos y mejorando la conectividad general. Este objetivo no se concreta debidamente en las actuaciones, ni se acomoda en muchos casos a las previsiones de los planes de Infraestructuras de Castilla y León. A parte de la conexión por autovía de la N-501 Ávila-Salamanca y la autopista AP-51, que impuso el PP en contra del criterio mayoritario de incluir este eje dentro de la red nacional de autovías, deben ser prioritarias para nuestra provincia estas carreteras: C-501, C-502, N-110, C-500, N-403, especialmente las que faciliten la conexión y la accesibilidad de las áreas del Valle del Tietar y Alberche con Madrid por vía rápida de alta capacidad.
Ávila ha quedado al margen de la alta velocidad ferroviaria, esta opción, que de momento parece irreversible, debiera al menos incluir compensaciones más allá de la mejora de línea propuesta con Madrid, asegurando una reducción sustancial del tiempo de viaje que obligaría a modificar el trazado en algunos puntos.
La actual gestión del agua no asegura el abastecimiento con altos niveles de calidad. Sigue pendiente en muchos casos, por mantenimiento o por construcción, la existencia de un sistema operativo de saneamiento y depuración. Se mantienen todavía múltiples contradicciones de interpretación y análisis con el Plan de Cuenca.
A pesar del optimismo con que a veces se define los índices de dotación de equipamientos para los nodos urbanos secundarios, esta realidad no se acomoda con la situación de Ávila, y menos con la realidad de muchos de sus núcleos de población que siguen presentando carencias en centros de salud y de enseñanza primaria y secundaria con unos estándares de calidad insuficientes. Las medidas propuestas para resolver esta situación son claramente insuficientes, y en no pocos casos inapropiadas porque mantienen situaciones de desequilibrio que marginan a importantes grupos de población dispersa.
Es mucho lo que queda por hacer y el camino por recorrer para siquiera acercarnos a los niveles medios de cobertura nacionales. Aunque en algunos aspectos hemos salido del ostracismo y la postergación, aún se echa en falta un diseño territorial coherente que integre las zonas periféricas y nivele los múltiples desequilibrios territoriales que persisten. Espero que no sea demasiado tarde cuando se acuerden de nosotros.
Como se puede ver en el sistema de dominación urbana, Ávila es la única provincia que se queda fuera de los ejes de vertebración del conjunto territorial de la Comunidad, presentando el nodo secundario de Ávila múltiples estrangulamientos y debilidades que no están resueltos adecuadamente; pues asuntos como la mejora urbana, la alta accesibilidad, la rehabilitación de los centros históricos, el fortalecimiento de las actividades productivas siguen pendientes en muchos casos de medidas correctoras.
El desarrollo de nuevos espacios de actividad económica (suelo industrial y terciario) presenta graves contradicciones entre los objetivos previstos para nuestra provincia y las escasas planificaciones llevadas a cabo. El resultado es que la mayor parte de las áreas carecen de propuestas concretas de diseño, localización, tipología, servicios y dotaciones de los espacios industriales con objeto de adaptarlos a las necesidades de las empresas demandantes, y aumentar el atractivo y la competitividad de la provincia para el emplazamiento de establecimientos industriales.
La Provincia de Ávila necesita establecer una red estructurante que optimice las comunicaciones entre los distintos nodos del sistema urbano interno, facilitando las relaciones entre ellos y mejorando la conectividad general. Este objetivo no se concreta debidamente en las actuaciones, ni se acomoda en muchos casos a las previsiones de los planes de Infraestructuras de Castilla y León. A parte de la conexión por autovía de la N-501 Ávila-Salamanca y la autopista AP-51, que impuso el PP en contra del criterio mayoritario de incluir este eje dentro de la red nacional de autovías, deben ser prioritarias para nuestra provincia estas carreteras: C-501, C-502, N-110, C-500, N-403, especialmente las que faciliten la conexión y la accesibilidad de las áreas del Valle del Tietar y Alberche con Madrid por vía rápida de alta capacidad.
Ávila ha quedado al margen de la alta velocidad ferroviaria, esta opción, que de momento parece irreversible, debiera al menos incluir compensaciones más allá de la mejora de línea propuesta con Madrid, asegurando una reducción sustancial del tiempo de viaje que obligaría a modificar el trazado en algunos puntos.
La actual gestión del agua no asegura el abastecimiento con altos niveles de calidad. Sigue pendiente en muchos casos, por mantenimiento o por construcción, la existencia de un sistema operativo de saneamiento y depuración. Se mantienen todavía múltiples contradicciones de interpretación y análisis con el Plan de Cuenca.
A pesar del optimismo con que a veces se define los índices de dotación de equipamientos para los nodos urbanos secundarios, esta realidad no se acomoda con la situación de Ávila, y menos con la realidad de muchos de sus núcleos de población que siguen presentando carencias en centros de salud y de enseñanza primaria y secundaria con unos estándares de calidad insuficientes. Las medidas propuestas para resolver esta situación son claramente insuficientes, y en no pocos casos inapropiadas porque mantienen situaciones de desequilibrio que marginan a importantes grupos de población dispersa.
Es mucho lo que queda por hacer y el camino por recorrer para siquiera acercarnos a los niveles medios de cobertura nacionales. Aunque en algunos aspectos hemos salido del ostracismo y la postergación, aún se echa en falta un diseño territorial coherente que integre las zonas periféricas y nivele los múltiples desequilibrios territoriales que persisten. Espero que no sea demasiado tarde cuando se acuerden de nosotros.
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