BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







miércoles, 4 de marzo de 2009

LA PEZUÑA APLASTA UNA FLOR

Cuando me acerqué a ti,
esperaba un beso tierno
y no el mordisco de un lobo.
Al llegar a casa,
hubiera bastado
con alguna palabra cariñosa,
y sin embargo tenía que soportar
graznidos de furia etílica.
Los golpes me anestesiaban el alma,
y la indiferencia serraba mi cerebro
en porciones de odio.
No puedo darte otra oportunidad,
porque sería prolongar este martirio
de flor profanada
por la embestida carnívora
del semental ciego.
Ya no quiero acercarme al arco voltaico
de tu soldadura abyecta,
con la que me tienes sujeta y triste.
Si vas a matarme,
mírame a los ojos,
y verás que el estilete
con el que hoy me amenazas,
comenzó a hundirse en mi carne
cuando despreciaste la primera caricia
de mujer ingenuamente enamorada.

No hay comentarios: