BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







sábado, 15 de noviembre de 2008

ACTO DE FE

No me importaría creer
si Dios fuera más amable,
menos mayestático.
Me conformo con que
no me arroje al infierno,
ni fulmine con un rayo a los herejes
(es que soy un poco heterodoxo, ¿saben?).
El Dios que yo quisiera
no se tomaría las cosas
tan en serio:
aceptaría la crítica,
le aburriría ser el único
en el firmamento,
y seguro que mandaba al paro,
sin indemnización,
a sus representantes terrestres.
Con un Dios así, incluso los ateos
creeríamos en Dios.

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