BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







jueves, 3 de julio de 2008

AL ACECHO

Sigo el rastro que dejas,
aunque termino siempre
en mi oscuro refugio.
Tuerzo por tu cadera
como un ciervo asustado
de la sombra que pisa,
y amanezco febril sobre las sábanas
de mi cama deshecha.
Busco la sonoridad sibilante
del silencio y me pierdo
en los meandros que inundan
tu campiña de carne opalescente
y tintura de sangre,
hasta que doy por fin
con la senda que conduce a mi aldea.
Harto ya de volver al mismo sitio,
esperaré tu vuelta
y te daré mi cebo venenoso.

No hay comentarios: